Algunos nacemos con privilegios en este país, que ha sido injusto, tendencioso, leguleyo, vil, infame y mezquino con los suyos. Vi estas cosas en muchas casas y crecí observando a una sociedad acostumbrada e indiferente que lidia más con el conformismo que con las aspiraciones colectivas. Era un niño apenas sin entender nada en medio de la violencia de los 80 y principios de los 90, me preguntaba por qué otros parecían no recibir lo que yo en casa. Comprenderlo fue crucial pero nacer en un hogar donde sólo recibí amor desde el día 1 no podía ser motivo para valorar el privilegio por encima de los principios, haciéndolo perdería ambos. De allí el compromiso y lo que me condujo a usar mi pasión como medio para buscar cambios sobre todo en las personas; el arte fue el canal y refugio perfecto desde el comienzo. Hoy vivimos enajenados por nuestros prejuicios, reacios a los cambios y llenos de miedo y desconfianza. Cómo pensar que vivimos en un paraíso? A toda esa gente que dice que Colombia lo es habría que preguntarles antes: ¿Cuántos países conocen para asegurarlo? Esta sobredosis de trópico nos tiene delirando con ser los más felices del mundo sin darnos cuenta cómo nos meten los dedos en la boca desde la época de la colonia. He llegado a pensar que el problema no es la falta de educación, el problema es traer irresponsablemente gente al mundo para tener que educarla, sería mejor dejar a estos seres allá tranquilos en la paz de la nada y no traerlos a este horror para llenar nuestros vacíos. Insistimos en regirnos por leyes divinas y para colmo, si no tiene explicación lo dejamos en manos de un dios que de justo parece no tener nada porque es claro que repartió las cosas mal. Nadie pidió nacer en el lugar y en las condiciones que le tocó, hay muchos en mi país que nacieron con excesos de privilegios y otros con excesos de desventajas. A mi familia le agradezco inmensamente haber sido responsables con nosotros, siempre nos dieron a todos sus miembros la libertad absoluta de elegir y de cómo vivir, y nos regalaron una lección simple y sencilla que nos enseñó prácticamente todo, porque la mejor educación de todas es el ejemplo.

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