La relación más poderosa que se pueda construir y llegar a tener es consigo mismo, cuando la gente cree en si misma tiene ya el éxito en sus manos, porque todo lo demás, la edificación, la tarea, el propósito, serán la consecuencia de esa relación; la obra en sí somos nosotros. El amor propio no se debe confundir con narcisismo o egocentrismo, amarse es tener el honor de traer a nuestro corazón al invitado más importante que tenemos en la vida, a quién ante todo le debemos brindar respeto, amabilidad y darle la mejor compañía. La belleza está en ser sin necesidad de buscar la aceptación de otros. El mayor privilegio, poder tener la oportunidad de aventurarse a revelar la luz propia y al mismo tiempo descubrir lo que nos hace brillar. No importa la edad o las circunstancias cada persona siempre tiene algo único que ofrecer, pero en nuestra conquista por lo externo nos hacemos al peor de todos los enemigos, nuestra propia mente. Si perdemos la confianza en nosotros mismos, el universo entero estará en contra nuestra y para saber vivir es necesario creer en uno mismo. La práctica continua es aprender a ser nuestros propios mejores amigos y ser leales a esa amistad para evitar caer fácilmente en las trampas que el mundo nos pone con el fin de generar una enemistad con nuestro yo esencial.

“Si no tenemos enemigos adentro los enemigos externos no podrán herirnos jamás” – Proverbio Africano –

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *